¿Se puede utilizar la psicología para perder peso?
Sí, se puede. Probablemente hayas probado muchas dietas, milagros o no, habrás practicado deporte siempre o por temporadas, y seguramente hayas bajado de peso, pero no has logrado mantenerlo, ¿por qué? ¿Qué ocurre para no lograr mantener un peso saludable?
A grandes rasgos, y cómo has hecho dietas, sabes un mínimo o tienes una base sobre cómo llevar a cabo una alimentación saludable, sin embargo, las dietas son lo que son, planes de alimentación que se llevan a cabo durante un tiempo concreto y para un fin concreto, las dietas no duran eternamente.
Dicen que las personas que recuperan el peso es porque no han adquirido hábitos, probablemente se hayan llevado más de cuatro meses a dieta, tiempo suficiente para adquirir un hábito, y sin embargo, el cambio no se mantiene una vez se deja de ir al profesional de salud que se encargue de la dieta; probablemente y llegados a este punto, podría ser un buen momento para visitar al psicólog@, y dejo aquí razones y motivos por los que est@ puede ayudarte:
- Conocimiento de la conducta humana: la privación de ciertos alimentos en las dietas provoca la intención paradójica de quererlos más, no es una decisión personal, es una prohibición que nos han impuesto.
- Nos ayuda en la gestión de las emociones: probablemente muchas personas utilicen la comida para gestionar emociones negativas como la frustración, ira, tristeza, aburrimiento, conflictos con otras personas, etc. Para ello, podemos aprender diferentes técnicas que no repercutan directamente en nuestra salud, y aprender a controlar la respuesta refleja entre emoción negativa-comida.
- Mejora de la autoestima y crecimiento personal: ¿para qué la pérdida de peso? Entender que no sólo es por la imagen y todo lo que se asocia a esta, hemos de tener objetivos alternativos y fijarnos en el proceso, utilizar refuerzos adecuados para nosotros, entender que como y para que utilizamos la comida, ect.
- Control de los impulsos y/o atracones: nos puede ayudar a manejar de forma adecuada los episodios de atracones, que pueden que ya se diesen con anterioridad o que se hayan empezado a producir a consecuencia de la dieta.
Para terminar, es preciso tener en cuenta como la salud psicológica influye en la física y viceversa, y en muchos casos la conducta alimentaria puede ser un síntoma de otras dificultades psicológicas.
Escrito por: María Álvarez, AN08209.