¿Tengo la autoestima alta o baja? Yo la prefiero sana
¡Quiérete a ti mismo! ¡Eres capaz de hacer todo lo que te propongas! ¡No te pongas límites!, si te mandas estos mensajes parece ser que tienes buena autoestima, y yo te doy la enhorabuena por ello. Pero da la sensación de que la realidad para el resto de los mortales es otra, la realidad, es que nos sentimos inseguros y frustrados muchas veces, que reaccionamos a la defensiva en ciertas ocasiones, que a veces nos cuesta reconocer nuestro error, que en algunos momentos no tenemos ganas de nada, que hemos fracasado muchas veces, y otras tantas ni lo hemos intentado, ya sea por miedo, vergüenza, pereza, pasotismo, hemos sentido que el de al lado era mucho mejor, y nosotros "no le llegamos ni a la punta del zapato", hemos pretendido ser alguien que no somos, hemos dejado pasar oportunidades, hemos sentido vergüenza de nuestros propios actos (aunque después los recuerdes con humor y cariño) y bastantes cosas más, que normalmente no ponemos en el cv.
Entonces ¿qué pasa? ¿No tenemos buena autoestima? El propio concepto de autoestima ha evolucionada y se ha modificado para intentar representar más verazmente la realidad de las personas, puesto que en la evaluación de nuestra autoestima influyen más factores (nuestra historia, el contexto y el momento actual en el que nos encontremos, las personas de las que nos rodeemos), aunque sin duda el factor más importante y crucial somos nosotros mismos y la percepción que tenemos de nuestra persona.
Los extremos siempre son malos, o sino, al menos son problemáticos, cuando se hablaba de autoestima alta, a veces se podía confundir con narcisimo, egocentrismo o pedantería; por lo que actualmente es más correcto referirse con los términos de autoestima sana u óptima, para mi gusto esto es lo más acertado, porque en el trascurso de nuestra vida, nuestra autoestima es fluctuante, es susceptible de cambio, mejoras, descensos, y también estabilidad.
A continuación, voy a exponer unas consideraciones que pueden ayudarnos a tener una autoestima óptima:
- Si te comparas, que te sirva de inspiración: motívate, admira, utiliza lo bueno de los demás para crear o mejorar algo de ti. Si compararte te deprime, no dejes que esto te deprima, al fin al cabo, siempre habrá personas mejores que nosotros en numerosos aspectos de la vida y eso, no significa que nosotros seamos incompetentes o cualquier otro adjetivo despreciable.
- Tienes fallos y comentes errores: y siempre los tendrás, acéptalos, no eres perfecto/a, pero repón el daño. "Yo soy así, si no te gusta es lo que hay", no perdona, los demás no tienen la culpa de un error nuestro, si no equivocamos es preciso utilizar herramientas para reparar lo dañado.
- Tienes límites, y te auto-limitas: ambas cosas nos pasan a todos, se consciente y reflexiona sobre los límites que te pones tu mismo, y los límites que te pone tu realidad. Los primeros son los que más probablemente puedas solventar, a veces resulta que llegaste más lejos de lo que pensabas y que bien te sientes ahora ¿verdad?
- Tienen cualidades, facetas y habilidades que se te dan muy bien: poténcialas, créetelas, no todo se nos da de diez (ni de nueve), pero desde luego tenemos muchas cualidades y cosas positivas que a veces se nos olvidan.
- Si se te olvidan tus cualidades positivas: háblalo con alguien que te quiere, se sincero, si pasas por un mal momento, te sientes más decaído/a, sin ganas, sin fuerzas, pide por favor que te refuercen de manera sincera y honesta, agradécelo y recompensa con otro refuerzo (unas palabras agradables, un abrazo sincero), los demás también lo necesitan.
- Cuídate: pero sin obsesionarte, hay tiempo para todo, practica ejercicio, come bien, date algún capricho, disfruta de una reunión con los amigos, de un buen café, de unas tapas, dedícate un tiempo para cuidar tu piel, escucha música, lee, valora si algo lo has hecho bien, permítete no hacer nada, mastúrbate, ríete mucho.
- Escrito por: María Álvarez, AN08209