Colabora con tu hijo a mejorar y fortalecer su autoestima

05.10.2016

"No tengo tiempo para mí", "me siento cansada/o", "me noto irascible" "no puedo con tantas cosas", "¿cómo voy a dejar a mis hijos/as para ir a..., un rato?"

Si algunas de estas frases te suenan, te recomiendo parar y reflexionar, cuando hay hijos en las relaciones, las responsabilidades aumentan, los sentimientos de protección hacia los hijos están a "flor de piel", las madres y padres tienen muchas cargas a sus espaldas (casa, comidas, facturas, trabajos, familiares, y todo lo que conlleva la vida de sus hijos), esto hace que muchas veces nos olvidemos de nosotros/as mismos/as.

Los padres y madres, aparte de eso, son personas, con sus necesidades, deseos, motivaciones y objetivos en la vida, y a veces se olvidan de esto, a veces nos olvidamos hasta de que tenemos una relación de pareja; y esto, conlleva a estrés, ansiedad, depresión, frustración, dejadez (tanto a nivel físico como psicológico).

Y es cierto que muchos y muchas diréis que es imposible, puesto que conciliar el cuidado personal con todas las responsabilidades que tenéis es complicado (pero no imposible), quito la razón, como todo en la vida hay temporadas más estresantes y otras más relajadas, pero nunca debemos olvidar esos diez minutos (o una hora...) para relajarnos y ya después retomar actividades que nos agraden, porque si tú te cuidas, nuestros hijos aprenden a cuidarse a sí mismos: aprenden a ser más autónomos, a respetar los espacios de las personas, las necesidades, aprenden que cuidar de sí mismos, es importante para sentirse a gusto y así poder ayudar o apoyar a los demás cuando es necesario, esto, es imprescindible.

Para ello, es importante contar con amistades que también tengan niños (o no), con familiares, obviamente sin abusar, donde todos os apoyéis y pongáis de vuestra parte para llevar a cabo las responsabilidades con los hijos de una manera más agradable.

De igual manera, voy a escribir algunos consejos que os pueden servir para aumentar la autoestima de vuestros hijos, que están en vuestra mano:

  • Exprese emociones, tanto positivas como negativas a sus hijos, así ellos podrán adquirir un lenguaje emocional y detectarán las emociones que les surgen en las situaciones; con respecto a las positivas aprenderán del placer de expresar este tipo de emociones con honestidad y humildad, sin miedo; con respecto a las negativas, enséñele a expresarlas de manera respetuosa, haciéndose responsable de ellas, y ayudándoles a sentirlas de la mejor manera posible.
  • Dales cariño físico: besos, abrazos, cosquillas, caricia, enséñalos a disfrutar del contacto físico y que disfruten de sentirse queridos y dejarse querer. Obviamente, no hay que forzarlos, y si son adolescentes, mejor en la intimidad.
  • Límites y normas con sentido: en base a la edad que tengan, prioriza, y sé específico/a en las "charlas", también hemos de ser consecuente entre lo que decimos y lo que hacemos. Pongamos las normas en positivo, fomentemos lo bueno.
  • Acéptalos tal y como son: esto no significa conformarse, sino hacerles ver sus fortalezas y que aprendan a superarse, pero también deben reconocer sus fallos sin que estos les hunda, sino aceptándolos y mejorando.
  • Pasa tiempo con ellos: juegue y diviértase como un niño; los padres no están solo para imponer disciplina, también nos enseñan a divertirnos y disfrutar, durante el juego podemos ayudarles a entender e interiorizar valores muy positivos y de suma utilidad para la vida, como son el trabajo en equipo, el compromiso, la competitividad (de manera sana), aprender a aceptar los fracasos y los errores, la creatividad, el respeto, a compartir, etc.
  • Independencia: de manera gradual y poco a poco, hemos de adaptarnos a que los hijos/as crecen, por eso hay que ser sensibles a sus necesidades y a las edades que tengan.

Y volviendo a lo anterior, respeta tu tiempo personal, como persona, como mujer o como hombre, si te respetas, tus hijos también te respetarán, y tendrán en cuenta y en consideración vuestros espacios personales y de pareja (a medida que van creciendo claro).

Escrito por: María Álvarez, AN08209