El riesgo de evitar la educación sexual

05.09.2018

"Los adolescentes son cada vez más precoces", "aumenta el número de adolescentes embarazadas", "aprenden de la pornografía", "si se les habla de sexualidad se les incita a practicarla", "es importante darles una "charlita", "aumenta el número de jóvenes con ETS", etc.

Desgraciadamente, estas justificaciones y muchas más, son la excusa perfecta para creer que evitando la educación sexual, se consigue que los adolescentes no tengan sexualidad; y probablemente de ahí viene un fallo en el enfoque, no es que no tengan sexualidad sino que la tengan con responsabilidad, libertad y placer.

Además, como en muchas áreas de la vida, si se observa una necesidad en una población, lo lógico sería tratar como solventarla, y no eludirla, como si así no existiera.

Es evidente que hace falta educación sexual, puesto que en la actualidad se observa un incremento de la violencia de género en adolescentes, mitos e ideas preconcebidas y erróneas con respecto a la sexualidad (no sólo en los jóvenes, sino también en los adultos), y muchos miedos y malestares en torno a la sexualidad.

Evitar la educación sexual, hace que se investigue en fuentes como la pornografía que no están destinada para ello, puesto que son películas, no son representativas de la realidad; pero esto, lo sabemos los adultos (que no todos), y no un/a adolescente en busca de respuestas u orientación sobre cómo enfocar su desarrollo sexual.

La sexualidad positiva fomenta valores importantes en el desarrollo personal como la empatía, la comunicación, los límites personales, el respeto, el género o la diversidad; al contrario de lo que muchos creen, no fomenta la promiscuidad, la temeridad, o la rebeldía. Puesto que hemos de asumir que el conocimiento y la información, son fuentes de desarrollo y crecimiento personal que nos ayudan a tomar decisiones de forma consciente y respetuosa con nosotros mismos y con los demás.

Lo anterior, el desconocimiento, sobre algo que aparentemente es prohibido o "ya te enterarás cuando seas mayor", genera pensamientos recurrentes y de interés en torno al tema, y es muchas veces lo que lleva a muchos jóvenes a experimentar sin tenerse en cuenta a ell@s mismos si realmente quieren o no.

En contra de lo que muchas personas creen con respecto a la educación sexual, la base de ella son valores positivos, y muchas de las personas que están en contra de esta, son un reflejo de inseguridades y dificultades con respecto al área sexual. Naturalizar y desdramatizar la sexualidad ayuda a que esta se practique de forma relajada, sin miedos, con juegos y placer, sin presión social, y con plena conciencia de lo que se hace.

Es una mirada al género (que es una construcción social), a entender nuestras diferencias y/o similitudes como mujeres y hombres, a respetarnos desde un plano de igualdad, pero de igualdad individual, porque ni dos hombres son iguales ni dos mujeres tampoco.

Es una mirada a las emociones, a saber cómo expresarlas para que no nos dañen o lo menos posible, a nosotros y a los demás.

Es una mirada a la sociedad, practicando la autocrítica sobre la influencia de ésta en nuestra persona y los que nos rodean.

Es una mirada a la diversidad, las personas que nos rodean son diversas, tienen gustos prácticas, objetivos y/o metas en la vida diferentes, y son todas válidas.*

*A veces la educación sexual, no trata las relaciones homosexuales, por ejemplo, no enseña cómo prepararse o qué puede ser útil para la penetración anal.

Para concluir, la educación sexual no sólo es prevención, sino también desarrollo personal.

Escrito por: María Álvarez, AN08209.