La ruptura de pareja

10.08.2017

La ruptura de pareja es algo asiduo en nuestra sociedad, sin embargo, es un proceso que se puede vivir de formas muy diversas, desde alivio, culpa, depresión, etc.

Lo cierto es que en muchas ocasiones suele ser uno de los miembros el que impulsa o promueve la ruptura, aunque la otra persona no quiera, tiene que aceptar esta decisión. Cuando esto es comunicado por sorpresa, puede derivar en un proceso depresivo y traumático que algunas personas tardan en superar.

También hay parejas que deciden darse un "tiempo, periodo o espacio" de reflexión, para ver cómo funcionan separados y romper el proceso negativo en el que se encontraban y en función a esto, toman una decisión.

Muchas parejas al borde de la ruptura deciden acudir a terapia de pareja, como la última oportunidad para intentar solucionar sus problemas de pareja, sin duda (y no porque me dedique a ello), esta es una opción inteligente puesto que haberlo intentado todo y como final acudir a terapia puede ser un liberador de culpa, es decir, que no se diga que no lo intentamos todo por "salvar" la relación; aunque también es cierto que muchas veces la decisión se toma con conciencia y responsabilidad y no hace falta acudir a consulta.

Lo cierto, es que si tomamos la decisión de seguir en pareja hemos de poner toda la carne en el asador, es decir, llevar a cabo conductas positivas en pro de la pareja, aprender habilidades para mejorar la comunicación, aumentar el ocio y la intimidad, y no tener una actitud de constante boicoteo.

En hilo a lo anterior, hay parejas que deciden seguir juntas pero con la misma relación aversiva que tienen haciéndose un daño emocional intenso el uno al otro (y también a los que le rodean, como por ejemplo los hijos), esta es una situación complicada puesto que es fruto de relaciones de dependencia, baja autoestima, sacrificios por los hijos, por el "qué dirán", o debido también a factores económicos.

Hay que tener en cuenta, que las personas que piensan que tienen más facilidad para encontrar otra pareja tienen menos problemas para afrontar una ruptura, como le pasa a los jóvenes que perciben muchas posibilidades de volver a formar pareja más adelante, y obviamente esto no se vive de la misma manera a los 50 años, aunque también es un momento interesante puesto que ya no hay tantas responsabilidades en común como pueden ser unos hijos.

¿Qué influye en una separación? Pues hay que tener en cuenta los costes de la relación y los beneficios que esta nos aporta, cuando los costes son mayores que los beneficios normalmente suelen propiciar la ruptura, también puede entrar en escena una tercera persona, además de los costes sociales que pueda suponer la separación a nivel de contactos, amistades, nivel socio-económico (a raíz de esto, ser económicamente independiente es un factor que juega a favor de tomar la decisión de romper la pareja), y las personas con autoestima alta también son más favorables a inclinarse por la ruptura si es que se encuentran en esta toma de decisión.

Sin duda, es una decisión difícil en la que muchas veces el acompañamiento psicológico puede ayudar a las personas a tomar la decisión de manera más satisfactoria.

Escrito por: María Álvarez, AN08209.