"Me gustaría tener sexo con penetración, pero no puedo" Vaginismo
Hay mujeres y parejas que no practican la penetración en sus relaciones, no porque no lo quieran sino porque no pueden, debido a lo que denominamos vaginismo.
El vaginismo, es la contracción espasmódica de la musculatura que rodea el tercio externo vaginal, justo cuando se va a proceder al coito (o introducir dedo/s o algún objeto); lo cual impide la introducción del pene, aunque la lubricación de la vagina sea óptima, haya un buen nivel de deseo por parte de ambos miembros y/ la erección sea adecuada.
Cuando en parejas de larga duración se produce este problema, la sexualidad se vive aumentando otro tipo de habilidades sexuales. Normalmente, suelen acudir a tratamiento para poder tener hijos.
Cuando esto ocurre, las mujeres tienden a sentirse muy culpables, y por tanto, tienden a querer compensar constantemente a sus parejas con diversos comportamientos tanto a nivel sexual como cotidiano.
Esta es una dificultad básicamente psicológica, relacionada con los siguientes factores causales:
- Educación estricta y/o sobreprotectora, de obediencia y sumisión.
- Educación religiosa, que dota a la sexualidad de connotaciones negativas, de pecado, culpa y represión.
- Poca o ninguna educación sexual, no saben, y no tienen información veraz y positiva sobre dudas e interrogantes que les puedan surgir o haber surgido. Ven el sexo como algo malo.
- Víctimas de maltratos y/o abusos, que puede haber creado una respuesta inconsciente hacia la penetración. Impidiéndola.
- Poca expresión del cariño y el afecto en la infancia por parte de sus principales figuras de apego.
- Comunicación familiar generalmente agresiva y violenta, además de ser restringida a los temas cotidianos.
- Probablemente las primeras relaciones sexuales no fuesen con demasiadas ganas, sino impulsada por el entorno o forzadas e insistentes por la propia pareja. Lo que podría haber dado lugar a una relación poco satisfactoria e incluso dolorosa.
- Baja autoestima. Mala relación corporal.
- Se relaciona con los hombres, entre la dependencia y la rabia; fruto del tipo de educación recibida, parece o siente que los necesita y no es nada sin ellos, pero a la vez siente rencor y malestar.
Todo lo anterior, se convierte en pensamientos que anticipan el fracaso de la relación sexual, pensamientos que potencian una visión negativa de sí misma como mujer y como amante, pensamientos que avisan del dolor que se sentirá, lo cual genera miedo, ansiedad y frustración, dando la respuesta involuntaria de la contracción muscular, que impide la penetración; además, hemos de tener en cuenta que muchos hombres intentan forzar la inserción y es en este momento cuando provocan dolor a la pareja, reforzando aún más los pensamientos anteriores.
Por tanto, ante este problema es preciso acudir a un profesional que nos guíe, el vaginismo tiene un tratamiento estructurado (aunque como siempre hemos de adaptarnos a las diferentes personas que tenemos en consulta, e individualizarlo), con amplias probabilidades de éxito si la persona cuenta con constancia y ganas para superar esta dificultad.
¡No dudes en pedir ayuda si lo necesitas!
Escrito por: María Álvarez, AN08209.