Por lo tanto, en general, mejora nuestra calidad de vida, aportando tantos beneficios a nuestro organismo como a nuestra persona, mejorando la autoestima, mejorando la relación de pareja, creando más intimidad y confianza; y sobretodo proporcionándonos placer de una manera natural y muy beneficiosa.

El llanto es una conducta que nos acompaña desde que nacemos hasta el final de nuestra vida, marca desde los acontecimientos más triviales como los mayores eventos vitales por los que vamos pasando.